Defensoras de Asia destacan los principales desafíos específicos que enfrentan en el ejercicio de su labor de defensa de derechos humanos

29.05.2015

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Por Saartje Baes, FORUM-ASIA

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Por Saartje Baes, FORUM-ASIA

Defensoras de derechos humanos de Asia tuvieron la oportunidad de poner de relieve, en un diálogo con el Relator Especial de la ONU sobre la situación de los y los defensores de derechos humanos, los desafíos específicos que enfrentan en el ejercicio de su labor de defensa de derechos humanos. Las participantes plantearon preocupaciones relacionadas con acosos, amenazas y ataques que las defensoras de Asia enfrentan, con el desafío de las normas discriminatorias culturales, religiosas o sociales. Como MDDHs, enfrentan violaciones de derechos humanos debido a su trabajo de defensa de derechos humanos, y también deben lidiar con los riesgos específicos vinculados al género.

En diciembre de 2014, defensoras y defensores de 22 países de Asia participaron del Sexto Foro Regional Asiático de Defensores/as de Derechos Humanos en Filipinas.  Este Foro es organizado cada dos años por el Foro Asiático para los Derechos Humanos y el Desarrollo (FORUM-ASIA). Michel Forst, Relator Especial de la ONU sobre las y los defensores de los derechos humanos, se unió al evento, haciendo de esta su primera visita a Asia, seis meses después de su nombramiento.

Mecanismos de protección

Las MDDHs de Asia laboran en un contexto en el que no existen mecanismos de protección regionales y los mecanismos de apoyo son mínimos. En este sentido, Asia está muy retrasada en relación a las otras regiones.  

La falta de reconocimiento hacia la mayoría de las defensoras de derechos humanos en Asia, tanto por parte de sus gobiernos como de las sociedades, es un factor fundamental que tiene como consecuencia la falta de políticas o mecanismos específicos para MDDHs. Asimismo, las políticas o los mecanismos establecidos para la protección de las mujeres no tienen en cuenta la situación particular de las mujeres como defensoras (a diferencia de víctimas) y las necesidades específicas vinculadas a ello. Esto exacerba la vulnerabilidad en que se encuentran las defensoras en Asia. A las MDDHs se les ha negado protección o se han ofrecido medidas de protección inadecuadas, dejándolas a su propia suerte.

Actores no estatales

Las MDDHs se enfrentan cada vez más a amenazas de actores no estatales, con la complicidad o la inacción de las autoridades. En los últimos años, las defensoras de Asia han sentido el aumento de la intimidación en línea, las amenazas y el acoso, enfrentando  reacciones ante su trabajo de defensa en internet. Como ejemplo compartido por las participantes, está la difusión en redes sociales de fotos adulteradas de las defensoras con el objetivo de desacreditarlas o avergonzarlas. Otro ejemplo involucraba un blog enteramente dedicado a desacreditar una organización LGBTI y difamar a activistas LGBTI.

Otros actores no estatales, como los grupos religiosos, fueron nombrados por atacar específicamente a la moralidad de las defensoras, presentándolas como "fáciles" o "malas mujeres". Como la reunión tuvo lugar en Manila, se mencionó específicamente la influencia de la Iglesia Católica. Las defensoras compartieron que no hay nadie a quien recurrir cuando la Iglesia se vuelve contra ellas a causa de su trabajo en temas particulares, como ocurre con los derechos reproductivos.

Familia y vida privada

Una de las participantes habló sobre las dificultades de abordar los problemas del ámbito privado. Por ejemplo, las mujeres que trabajan con víctimas de abuso doméstico a menudo encuentran dificultad para garantizar protección contra el marido de la víctima. Dificultades similares se presentan cuando el perpetrador es un familiar de la defensora.

Otras MDDHs plantearon la cuestión de la presión familiar (por parte de su esposo u otros integrantes) para que interrumpan su trabajo. Esta presión también puede provenir de las redes familiares o comunitarias de forma más amplia. Pocos defensores de derechos humanos varones se enfrentarán a tal presión. En muchos casos, esto ha llevado a que las defensoras dejen sus actividades en pro de los derechos humanos.

Las defensoras de Asia en situación de riesgo

En Asia, las mujeres que defienden la tierra y los recursos naturales y las mujeres indígenas fueron nombradas por su particular situación de riesgo. Para ellas es aún más difícil acceder a la justicia, ya que a menudo se encuentran en zonas remotas.

Las MDDHs que trabajan en temas relacionados con la orientación sexual y la identidad de género, así como los derechos sexuales y reproductivos, a menudo no son reconocidas por su trabajo como defensoras de derechos humanos. Esto no sólo significa que están excluidas de procesos de consulta o de oportunidades de financiación, sino que también limita la protección que deben recibir de los sistemas de protección o de apoyo dirigidos a las personas defensoras de derechos humanos. Mientras el movimiento LGBTI parece estar creciendo en algunos países, una MDDH compartió que la relativa invisibilidad de las y los activistas LGBTI era uno de los aspectos más desalentadores de su trabajo.

Del mismo modo, aunque Asia tiene una población alta de migrantes y refugiados, las defensoras de migrantes y refugiados a menudo se encuentran fuera del radar. En consecuencia, no se incluyen en los planes nacionales de protección o apoyo, a la vez que también se enfrentan a la falta de comprensión de los nacionales del país.

Recomendaciones

En sus recomendaciones, las MDDHs pidieron a los gobiernos de Asia, así como a las instituciones nacionales, regionales e internacionales, que reconozcan públicamente el papel de las defensoras, así como la discriminación de género que enfrentan. Los gobiernos deben garantizar la protección efectiva de las MDDHs, que debe ir más allá de la mera protección física y debe estar en consonancia con sus necesidades y realidades específicas. Con demasiada frecuencia, el acoso “diario” lleva a la reducción de los derechos civiles o políticos de la defensora.

Las MDDHs instaron los medios de comunicación a cubrir noticias sobre defensoras, ya que sus historias están sub-representadas en la cobertura de los medios. La visibilidad y la educación son herramientas ampliamente reconocidas para mitigar amenazas. Las participantes señalaron, además, que las organizaciones de la sociedad civil deben hacer frente a la falta de “interrelación” en su trabajo. Muchas organizaciones están centradas solamente en su propia área específica de conocimiento, mientras que la colaboración entre los temas probablemente sería beneficioso para todas. Esto podría incluso significar que, en algunas ocasiones, víctimas o defensores/as que actualmente no están siendo apoyadas por nadie, puedan ser incluidas. Por ejemplo, no hay organizaciones que se centran específicamente en personas LGBTI que también son trabajadores/as migrantes o personas LGBTI con discapacidad. Existe la necesidad de un mecanismo para monitorear y documentar casos de violaciones contra activistas LGBTI, en particular, para determinar cuándo los incidentes comienzan a constituir un patrón.

Finalmente, las participantes identificaron a las redes de apoyo como un medio particularmente eficiente para enfrentar la crítica situación en la región. Estas redes deben incluir a las víctimas, para facilitar la transformación de víctima a defensora. Como declarado por una participante: "Nos negamos a guardar silencio. Las amenazas no desaparecerán con el silencio".

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Region
  • Asia
Topic
  • Human rights defenders
  • Reprisals and intimidation
  • Women's rights and WHRD